Las patatas bravas me encantan, no me canso de pedirlas y eso que a veces me arrepiento :).
En el 99,9 % de los sitios las ponen con tomate y me vais a perdonar pero eso no son patatas bravas, eso son patatas con tomate picante que están también de vicio.En Madrid hay varios sitios que las bordan e intentando intentando y pensando y pensando he dado con la receta.Pensé en que esta tapa o ración nace en el Madrid de la postguerra, es decir cuando no había nada de nada, por lo tanto de tomate nada, tenía que ser algo más sencillo, barato y al alcance de aquella época.
INGREDIENTES:
- aceite
- harina
- guindilla
- pimentón picante
- agua
- sal
- patatas
- aceite
- harina
- guindilla
- pimentón picante
- agua
- sal
- patatas
PREPARACIÓN:En un cazo ponemos un fondo de aceite y en ella sofreimos la harina dando vueltas sin que llegue a tostarse pero si para que pierda el sabor a harina junto a las guindillas cortadas en trozos.Fuera del fuego añadimos el pimentón y damos vueltas, añadimos el agua y cuando tengan la consistencia adecuada retiramos triturando todo con la batidora, volvemos a poner al fuego y salamos comprobando el punto de picante.si vemos que queda muy espeso pues añadimos más agua y si es al contrio pues dejamos reducir.Las patatas se parten en trozos grandes y se cuecen unos minutos, se sacan, escurren y frien en abundante aceite hasta que estén hechas ( no tienen que tostarse ni coger color ) así quedarán cremosas por dentro y crujientes por fuera.