A mi no me gusta la morcilla, bueno, nunca la he probado y creo que nunca lo haga pero según me dijeron y aunque mi amiga Marga bromeaba diciéndome que me iba a bajar un punto porque no estaban calientes calientes ( esto viene a cuento que les dije: jo, se han enfriado los triángulos y ya no estarán buenos ) creo que estaban buenos, no quedó ni uno :)
INGREDIENTES:
- una plancha de hojaldre.
- morcilla de cebolla ( vale la pena gastarse un poco más y comprar una buena )
- una manzana
- piñones
- queso rallado
- aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Cortamos el hojaldre en triángulos ( también vale por supuesto en círculos, rectángulos ). Reservamos.
Deshacemos la morcilla y la sofreimos con un poco de aceite de oliva a fuego vivo, bajamos un poco el fuego pasados unos minutos y añadimos la manzana cortada en cuadraditos pequeños, rehogamos y ya fuera del fuego añadimos los piñones.
Ponemos un poquito de esa mezcla en el centro y por último espolvoreamos con un poquito de queso de fundir.
Horneamos a 180º C hasta que el hojaldre esté dorado y unos minutos con el gratinador para que el queso de funda.