El baklava es un postre que se disputan su origen turcos y griegos, yo como el que lo enseñó a preparar es mi gran amigo Giorgos que como habreís deducido no es de Andalucía precisamente sino un griego maravilloso pues digo que para mi el baklava es griego. A cada bocado se disfruta del crujiente de decenas de hojas de pasta filo crujientes y casi etéreas que se deshacen en la boca de lo finas que son mientras notamos el crocanti de los pistachos y almendras y por último el suave almíbar con aroma a azahar. Un espectáculo a la vista, gusto y olfato.El baklava auténtico y básico lleva nueces yo no tenía anoche ( me he ido comiendo la bolsa de nueces ibéricas que tenía poco a poco para desayunar ) pues improvisé y lo hice con pistachos y almendras que también son frutos muy orientales y quedó rico.
INGREDIENTES:
- 20 hojas de pasta filo
- 150 grs. de mantequilla
- 100 grs de futos secos picados finos
- 1 1/2 tazas de agua 1 taza de azúcar
-1/2 taza de agua de azahar ( imprescindible )
- un chorrito de zumo de limón.
- 20 hojas de pasta filo
- 150 grs. de mantequilla
- 100 grs de futos secos picados finos
- 1 1/2 tazas de agua 1 taza de azúcar
-1/2 taza de agua de azahar ( imprescindible )
- un chorrito de zumo de limón.
PREPARACIÓN: Hacer el almíbar con el agua, azúcar, agua de azahar y el limón, dejar que reduzca y reservar. Derretir la mantequilla en el micro Coger dos hojas de pasta filo y doblarlas a la mitad, pincelar de mantequilla por los dos lados y poner en un molde rectangular espolvorear con frutos secos. Poner otras dos hojas dobladas encima.. pincelar... así hasta acabar con pasta filo. Hacer cortes con un cuchillo muy afilado en forma de rombos y hornear 30 minutos a 180º y luego 15 a 200º, si se tostara demasiado, tapar con papel aluminio. Desmoldar y verter por encima el almíbar, si la tarta está caliente el almíbar en caliente, si está fría el almíbar frío. Servir con azúcar glas y canela por encima y unos pistachos, nueces o almendras.