LA VASIJA AGRIETADA

Aquel discípulo se sentía imperfecto. Por más que intentaba poner en práctica las muchas enseñanzas que había recibido a lo largo de su vida, percibía que su existencia estaba llena de imperfecciones. Un día, abrumado por tanta reflexión, relató su problema al maestro de sabiduría. Este, por toda respuesta le contó la siguiente historia:
" Un porteador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que, a modo de balancín, llevaba sobre sus hombros. Una de las vasijas tenía una grieta, la otra era ... perfecta.

Cuando llegaba a casa la vasija agrietada sólo contenía la mitad del agua, Así fue durante largo tiempo. La vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, cumplía con los fines para los que fué creada.

Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su imperfección y se sentía miserable, porque sólo conseguía la mitad de lo que debía hacer. Despues de dos años le habló al aguador diciéndole: " estoy avergonzada de mi misma y que quiero disculpar contigo: debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga"


El porteador se sintió preocupado por la vasija y con gran compasión le dijo: cuando regresemos a la casa quiero que te fijes en las bellas flores que crecen a lo largo del camino.


Así lo hizo. Observó muchísimas flores crecidas al borde del sendero, pero siguió apenado porque sólo llevaba la mitad de su carga.

El porteador le dijjo " ¿ te has dado cuenta de que la flores sólo crecen en la franja del camino sobre el que tú vas ? Sembré semillas de flores a lo largo del sendero.. y tú te encargaste de regarlas diariamente. Durante dos años he podido recoger estas flores para venderlas en el mercado y cuidar mejor de los míos. Sin ser como eres, con tu grieta no hubiera podido conseguirlo.